Antics Interpol Por Juan Carlos Ascanio
Descripción: Interpol es un fenómeno. Con temas que retan la estructura tradicional del pop rock, esta banda logró posicionarse como una de las más reconocidas de la escena alternativa durante los últimos dos años. Su brillante debut, Turn on the bright lights, es el motivo por el cual se establecieron como una de las agrupaciones más prometedoras de la nueva generación. Sin embargo, el éxito prematuro convirtió su esperado segundo álbum en una espada Damocles. O se superaban a sí mismos y justificaban todas las expectativas que a su alrededor se habían creado, o fallaban en darle continuidad a un sonido que parecía demasiado ideal como para repetirse.
Antics no es exactamente la secuela esperada de su predecesor. Y es allí dónde reside su éxito. Con su segundo álbum, Interpol se ha mostrado como una banda muy versátil y diferente. Más que darle continuidad a un sonido, la banda logró concretar una idea. Mientras siguen presentes los detalles característicos, como la atmosférica voz Paul Banks, Antics nos permite conocer una nueva cara de Interpol. Una cara menos oscura y más brillante, diversa e inteligente. En ningún momento faltan los riffs pegajosos, las excelentes líneas de bajo, los ritmos precisos y una voz insuperable que nos deleita explorando toda una gama de nuevos territorios musicales.
A Favor: La composición es sobresaliente. Todos los temas están en su mejor forma. El ambiente que logra crear el conjunto de los instrumentos es insuperable y se nota una impecable atención a los detalles, sin llegar a rayar en la sobreproducción. Interpol mantiene un sonido crudo y directo, pero muy bien controlado, lo que desemboca en ese sonido tan seductor que es su marca registrada.
Después de la primera escuchada es inevitable tararear algunos de los temas. Hay éxitos evidentes como la radio amigable Slow Hands, además de canciones muy interesantes y pegajosas como la dupla introductoria, Next Exit y Evil. Cada tema tiene algo peculiar que lo hace interesante por sí mismo, sin perder la continuidad y la solidez de conjunto que transmite el álbum.
Antics no pretende masificar el sonido de la banda. Tampoco pretende ser una segunda parte del álbum debut. Lo mejor de esta producción es como logra darle profundidad al proyecto sonoro sin sacrificar un ápice de su integridadmusical. Además, muy importante, seguro que con este álbum estarán ausentes las continuas -aunque no despreciables- referencias hacia los legendarios Joy Division. Interpol ha encontrado un espacio donde las referencias dejan de ser externas, para convertir su propio trabajo en la única referencia posible para ellos.
En Contra: No encuentro ninguna deficiencia grave en este álbum.
Veredicto: Estamos ante otra gran producción de una gran banda. Interpol se ha ganado un merecido sitial de honor en la música alternativa contemporánea, gracias a su gran capacidad de adaptar al presente un estilo que parecía olvidado y agotado, presentándolo en una nueva perspectiva que promete dar mucho de que hablar en los próximos años. El futuro aparece más brillante que nunca para estos chicos neoyorkinos por quienes nadie apostaba tres años atrás.
Antics no es exactamente la secuela esperada de su predecesor. Y es allí dónde reside su éxito. Con su segundo álbum, Interpol se ha mostrado como una banda muy versátil y diferente. Más que darle continuidad a un sonido, la banda logró concretar una idea. Mientras siguen presentes los detalles característicos, como la atmosférica voz Paul Banks, Antics nos permite conocer una nueva cara de Interpol. Una cara menos oscura y más brillante, diversa e inteligente. En ningún momento faltan los riffs pegajosos, las excelentes líneas de bajo, los ritmos precisos y una voz insuperable que nos deleita explorando toda una gama de nuevos territorios musicales.
A Favor: La composición es sobresaliente. Todos los temas están en su mejor forma. El ambiente que logra crear el conjunto de los instrumentos es insuperable y se nota una impecable atención a los detalles, sin llegar a rayar en la sobreproducción. Interpol mantiene un sonido crudo y directo, pero muy bien controlado, lo que desemboca en ese sonido tan seductor que es su marca registrada.
Después de la primera escuchada es inevitable tararear algunos de los temas. Hay éxitos evidentes como la radio amigable Slow Hands, además de canciones muy interesantes y pegajosas como la dupla introductoria, Next Exit y Evil. Cada tema tiene algo peculiar que lo hace interesante por sí mismo, sin perder la continuidad y la solidez de conjunto que transmite el álbum.
Antics no pretende masificar el sonido de la banda. Tampoco pretende ser una segunda parte del álbum debut. Lo mejor de esta producción es como logra darle profundidad al proyecto sonoro sin sacrificar un ápice de su integridadmusical. Además, muy importante, seguro que con este álbum estarán ausentes las continuas -aunque no despreciables- referencias hacia los legendarios Joy Division. Interpol ha encontrado un espacio donde las referencias dejan de ser externas, para convertir su propio trabajo en la única referencia posible para ellos.
En Contra: No encuentro ninguna deficiencia grave en este álbum.
Veredicto: Estamos ante otra gran producción de una gran banda. Interpol se ha ganado un merecido sitial de honor en la música alternativa contemporánea, gracias a su gran capacidad de adaptar al presente un estilo que parecía olvidado y agotado, presentándolo en una nueva perspectiva que promete dar mucho de que hablar en los próximos años. El futuro aparece más brillante que nunca para estos chicos neoyorkinos por quienes nadie apostaba tres años atrás.
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